Gestión

11.Oct.2010 / 08:29 pm

«El líder verdadero es un gran educador cívico,
moral y político; un conductor»

Hugo Chávez Frías.

A lo largo de nuestra carrera política de militante revolucionario, siempre hemos mantenido un conducta basada en una ética que coloca al Partido como el órgano en cuyo seno deben dirimirse las diferencias que los militantes podamos tener.


Razón por la cual, no daré respuesta a las lamentables afirmaciones que el Camarada y Compatriota, Gobernador Hugo Cabezas Bracamonte, ha proferido en mi contra. Se que el pueblo poco valora, hasta desprecia, las diferencias publicas entre políticos.

De dicho principio no me apartaré.

Estimados amigos de los medios de comunicación social quiero conversar con ustedes, en esta hora en que nuestro partido, el PSUV, ha obtenido una contundente victoria, a nivel regional y nacional, para compartir con los trujillanos y trujillanas, todos y todas, unas breves reflexiones que pienso son de interés fundamental para nuestra organización y nuestro proceso de transformación socialista

Estoy convencido que la construcción del Socialismo del Siglo XXI, en nuestra Patria, es un proceso revolucionario que rompe de manera radical con las bases económicas, políticas y sociales de lo que fue la Venezuela rentista y neoliberal que edificaron las clases dominantes y gobiernos del Pacto de Punto Fijo, durante cuarenta años.

No tengo ninguna duda, y en ello estoy desde mi adolescencia, de la necesidad que tenemos los venezolanos de edificar un nuevo proyecto de nación que tenga a la justicia social y la democracia participativa y protagónica, como pilares fundamentales de su estructuración.

De igual manera, soy un convencido de que el Socialismo del Siglo XXI, es proceso modernizador que da cuenta del pueblo, de la singularidad de nuestra sociedad, que es un Proyecto Nacional autóctono, originario, venezolano, que tiene como referente teórico fundamental el pensamiento de nuestro Libertador Simón Bolívar, de Don Simón Rodríguez y del General del pueblo soberano, Ezequiel Zamora, que se nutre, asimismo, del legado teórico heredado de Cristo, Marx, Lenin, Gramsci, del «Che» Guevara, del Maestro de Maestros Luis Beltrán prieto Figueroa, del gran dirigente obrero Salom Mesa Espinoza, entre otros, y a cuya lectura y adscripción teórica, nos hemos dedicado -igualmente- desde nuestra adolescencia.

Pensamientos en el cual encontramos los referentes teórico-prácticos que le dan fundamentación -y sentido venezolano- a nuestra propuesta del Socialismo del Siglo XXI; en el cual reside, precisamente, el elemento que le da carácter originario a nuestra propuesta socialista, internalizada por el Comandante de esta revolución bolivariana Hugo Chávez Frías, al lado de su pueblo y los partidos que nos acompañan en este proceso revolucionario.

Al revisar el Manifiesto de Cartagena de Indias, escrito por el Libertador Simón Bolívar en el año 1812; La Carta de Jamaica, de 1815; el Discurso de Angostura, de 1819; el Discurso de la Villa del Rosario de Cúcuta, con motivo de la creación de «Colombia La Grande», en 1821, se consigue -en todos ellos- que la idea de la unidad fue un principio fundamental para el Libertador.

En el primero de ellos, el Libertador analiza las causas que determinaron la perdida de la Primera República, señala, entre otras causas, «la naturaleza de su Constitución; que repito, era tan contraria a sus intereses, como favorable a los de sus contrarios. En segundo, el espíritu de misantropía que se apoderó de nuestros gobernantes. Tercero, la oposición al establecimiento de un cuerpo militar que salvase la República y repeliese los choques que le daban los españoles. Cuarto, el terremoto acompañado del fanatismo que logró sacar de este fenómeno los más importantes resultados y, como una de las más importantes, las fricciones internas que en realidad fueron el mortal veneno que hicieron descender la patria al sepulcro».

Es verdad que diferentes son los tiempos. Por supuesto, no tengo la pretensión de afirmar que estemos viviendo una situación parecida a la de 1812. Hoy los venezolanos contamos con la Constitución Bolivariana, que es una de las más avanzadas del mundo, aprobada mediante referéndum por más del 80% de los venezolanos. Muy lejos estoy de pensar que la misantropía se haya apoderado de nuestros gobernantes. La fuerza Armada Bolivariana, es hoy un ejemplo para el mundo de que si es posible que ellas, siendo como son parte conformante del pueblo, no siguieran siendo excluidas del quehacer todo de nuestra Patria, con mucho orgullo le decimos al mundo que en Venezuela, Fuerza Armada y Pueblo son un mismo estamento de la sociedad. No estamos en presencia de ningún movimiento sísmico que haya paralizado la nación, aun cuando la alta jerarquía eclesiástica, al igual que en 1812, se opone radicalmente al proceso de cambios y se ha convertido en uno de los principales bastiones de la contrarrevolución, no así un gran número de sacerdotes y el pueblo católico y cristiano. Por supuesto, muy lejos estamos de pensar que puedan existir fricciones al interior de nuestro partido, como para que coloquen en riesgo el proceso revolucionario que dirige nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.

Lo cual no quiere decir que en el interior del PSUV, no existan diversas opiniones sobre los pasos tácticos a seguir para alcanzar el objetivo fundamental que nos hemos propuesto: la construcción de la Venezuela Bolivariana Socialista.

Ello, sería necio negarlo. No puedo negar que el Compatriota y Camarada, Gobernador y yo, tengamos estilos diferentes en el accionar político. Difícil resulta encontrar a dos personas iguales. Por nuestra propia naturaleza de seres humanos, biológica y físicamente, somos diferentes.

Es verdad que algunas de mis actuaciones a él no le han parecido las más convenientes; a mí me ha sucedido igual con algunas suyas. Pero de allí a afirmar que ambos estemos enfrentados, me parece por decir lo menos una exageración. Por lo menos de mi parte, no existe tal enfrentamiento. El pueblo del Estado Trujillo y, en particular, el de Valera, nos reclama que unamos voluntades, esfuerzos y recursos para sacarles adelante hacia el siempre reclamado progreso colectivo. Estoy, como siempre, dispuesto, por Valera y mis principios, a trabajar junto al Compatriota Gobernador, colocando en un lugar subalterno cualquier diferencia que a nuestro pueblo le importa poco.

Adicionalmente, compartimos un mismo proyecto político, liderizado por nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez; ambos militamos en un mismo partido, el Partido Socialista Unido de Venezuela; ambos somos socialistas; ambos creemos que la única manera de edificar una verdadera democracia, como forma de vida y no como un simple sistema político, es alcanzando la justicia social, la participación protagónica del pueblo.

En esta hora, quienes militamos en el PSUV, estamos obligados a invertir todas nuestras energías a enfrentar el reto de construir una Venezuela Socialista, y ello solo es posible si reelegimos a nuestro máximo líder, el Comandante Presidente Hugo Chávez, en el proceso electoral del año 2012, con una amplia mayoría, ella debe ser la victoria más contundente alcanzada a lo largo de nuestro breve pero intenso proceso revolucionario.

Las elecciones presidenciales del año 2012, tenemos que ganarlas con un amplio margen. Las mismas serán el inicio de la consolidación de la Democracia Socialista Venezolana. En ellas estamos obligados a reducir a los sectores de la derecha, neoliberales, enemigos del cambio, adláteres del Imperio, a su mínima expresión. Estamos obligados a descartarlos como sector capaz de interferir en la consolidación de la Patria Socialista.

En razón de estas reflexiones, es que pienso que quienes ocupamos el rol de dirigentes de nuestro Partido y de la sociedad, debemos avocarnos a imaginar un Plan Estratégico, regional y local, que nos permita consolidar la victoria socialista en Trujillo, en diciembre del 2012.

Plan Estratégico, cuyas líneas fundamentales deben estar enmarcadas en la jerarquización de aspectos de carácter nacional, regional y local, cada uno en nuestro ámbito de competencia, para el logro del esfuerzo supremo de consolidar el Proyecto Socialista en la construcción de la Geometría del Poder enunciada por nuestro máximo líder, el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, es decir, un solo gobierno al servicio del Poder Popular.

Si algo debe quedar suficientemente claro es que, el éxito de nuestra política de transformación socialista, está determinado por la amplitud con que actuemos a quienes nos corresponde dirigir dicho proceso.

Debemos entender que la construcción de la Democracia Socialista en nuestro país, tiene que ser un proceso colectivo. Que una muchas voluntades. Que una a todo aquel que en verdad quiere edificar un nuevo Proyecto Nacional, para la Nueva Patria, es decir del Nuevo Ciudadano en Ciudadanía plena y libertaria.


Aspiración que, como hemos dicho en párrafos anteriores, solo es posible alcanzarla con la Democracia Socialista; y ella -debemos decirlo de nuevo- es un proceso colectivo, donde cabemos todos los revolucionarios y quienes nos acompañen con dignidad aún no siendo militantes partidistas y si del proceso. La construcción del Socialismo es una suma, un continuo multiplicar y no es una resta y una permanente división. Unidad, Unidad, Unidad en la diversidad para Vencer y ser constructores y hacedores de nuevos amaneceres de la Patria que soñaron nuestros Libertadores, que soñamos nosotros y sueñan nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.


Por ello la voluntad del pueblo para nosotros es la voluntad de Dios y a ello me Someto, con la conciencia tranquila y en paz para seguir edificando el sueño de la Valera Bonita y la Democracia Socialista, que es el sueño de la inmensa mayoría de quienes vivimos en esta tierra de Dios Todopoderoso.


Hasta siempre… en Valera a los 11 días del mes de octubre de 2010


Bolivarianamente.


Prof. Temístocles Cabezas Morales
Alcalde Bolivariano y Socialista de Valera
Coordinador del PSUV del municipio Valera.