Gestión
Por: Gian Carlo Di Martino
La derecha fascista no quería ir al diálogo, no era su intención ni es lo que en el fondo quiere, pero los acorraló la paz del presidente Maduro encarnada por la mayoría de venezolanos en la Asamblea Nacional Constituyente, cansada de muertes, hastiada de sangre, destrucción, y así lo hizo saber en las elecciones de gobernadores cuando la oposición cogió una paliza de pronósticos reservados. Y la volverá a coger en las municipales. Los venezolanos nunca les perdonarán a los violentos que en vez de sumarse a la búsqueda de soluciones económicas, hayan agotado sus esfuerzos estimulando el hambre y la miseria de la gente
Nunca quisieron escuchar al presidente Maduro, quien siempre los llamó a la reflexión. Ahora nadie quiere ir preso por tanta desgracia y hasta pretenden poner condiciones para sentarse a dialogar en República Dominicana.
Maduro seguramente hará muchas exigencias en favor del pueblo como siempre hace en esa mesa de diálogo, pero hay una petición que considero destacar como el hecho de que la oposición, así como fue por el mundo pidiendo que sancionaran financieramente a Venezuela con el firme propósito de arrodillar a la gente de hambre, vaya ahora y le exija al presidente Donald Trump que levante tales sanciones en contra del pueblo de Chávez y Bolívar.
Y esa condición que plantea nuestro máximo líder revolucionario debe contar con apoyo pleno, no se le puede pedir menos a los enemigos de la patria, a los que se aliaron a facciones extranjeras para hacerle daño a los venezolanos, a esos que en otro país, como EEUU, por ejemplo, estuvieran presos desde hace mucho tiempo por traidores a la patria.
Saludo el diálogo, apoyo de manera irrestricta a nuestro presidente Nicolás Maduro, quien nunca desistió de llamar a la paz a los golpistas, pero no debemos confundir la leche con la magnesia, los terroristas se sientan a conversar con el Gobierno revolucionario obligados por las circunstancias, la gente no quiere violencia, la gente lo que quiere es vivir tranquila, estudiar y trabajar por este hermoso país. Pero si por ellos fuera, continuarían la matanza con el cuento de “Maduro vete ¡ya!” Ese con el que engañaron a su misma gente y ahora huyen como los cobardes que siempre han sido.
El Pueblo Constituyente hace justicia ¡Venceremos!